nuestros ilustres antepasados?
¿Has visto las estatuas
que con mirada lejana
esperan que surjan
los hijos, nuevas estrellas?
¿Recorres los malecones del Guayas y el salado
Que con su briza te
acarician,
como contando los romances del abuelo
y los rubores de la
abuela
que cubría con su
chorro ensortijado?
¿Escuchas cada día el sonar de la guitarra
Donde inmortalizo Jaramillo
El amor Guayaquileño
Que los jóvenes charrasquean imitando su tonada?
¿Has
escalado el cerro, admirando desde la
altura
esa hermosa arquitectura
que muestra una
ciudad
Pujante en gloria y
deseosa de aventura?
¿Avistas el muelle en el rio
Donde despide el campesino la riqueza de su tierra,
El pescador la cosecha de su mar
Y el artesano, la obra de su mano?
¿Donde recibe el comerciante la moda a su vitrina?
¿La industria el alimento, que ofrece trabajo a miles y
cientos?
¿Has sembrado aquella flor?
O ese árbol
Donde anida
El ave, que en la mañana nos levanta?
Si lo hiciste, descubriste que esta tierra fértil Santa
Solo espera una mano amiga
Que engalane su ventana
El calor con el que nos abriga
Es el amor que nos prodiga
¡Hoy te prometo ciudad mía!
Construir un ciudadano
Que te adorne, te embellezca
Te eleve ponderosa
Y te proteja del villano.
Y si un día de tu muelle zarpa este barco,
Lanzando su vela al
viento
Retornara a ti, cargado
De un tesoro, en tu nombre valorado.
Y si se topa con el huracán
amada mía,
morirá en tu
astillero
si ahí no puede ser
reparado
Así ciudad querida
Tu hija,
Orgullosa vino a decir,
¡Yo Soy de Guayaquil!
Valerie Bustos