La influencia del cine: ¿Positiva o negativa?


Cuando pensamos en la palabra “influencia”, la mayoría de veces lo relacionamos con aspectos  negativos, que cambian el pensamiento de las personas para mal. Es necesario admitir que en la industria del cine, ésta es una realidad: el cine tiene películas que pueden ser dañinas para las frágiles mentes de los jóvenes. Por ejemplo, la película “Proyecto X”[1], que habla sobre una fiesta fuera de control, ha inspirado a muchos jóvenes que, para ganar popularidad o sentirse mejores que los demás, organizan fiestas de ésta índole, con alcohol, drogas y otros, que hacen que la fiesta se salga de control. Por supuesto,  ¿quién no quiere ser popular y convertirse “en leyenda” como los protagonistas de la película?

El anterior es un aspecto negativo: la creación de una moda peligrosa para los jóvenes que aún no tienen un buen criterio formado,  para darse cuenta de las consecuencias de lo que ellos consideran “correcto” y “necesario” para sobrevivir socialmente.

 Sin embargo, no todo tiene un giro oscuro cuando se investiga sobre la influencia del cine en nuestras vidas. Algunos autores dicen que, en cambio, toman el fenómeno cinematográfico como “factor configurador de identidades culturales.”[2]  Es así como se crean modas e ideologías. También dicen que “resulta evidente que los cineastas forman parte de la sociedad misma y, por tanto, están sujetos a idénticas presiones sociales que cualquier otro ciudadano”[3]

También hay un lado positivo de la gran capacidad que tiene la industria cinematográfica para movilizar a las masas. Éste puede aumentar la cultura estética de sus espectadores, como sucedió con la película “Amadeus”, que cambió la imagen cultural que  el público tenía  de Mozart, músico excepcional, convirtiéndolo así en un fenómeno cultural.[4]

Para concluir este ensayo, me gustaría afirmar que el cine no es más que una fuente de entretenimiento; sin embargo, si se usa adecuadamente puede generar una influencia positiva y enriquecedora en la sociedad actual. Algunas películas más que otras, pero todas tienen un efecto en el pensamiento de sus espectadores, y como cada ser humano es diferente, lo que a unos favorece a otros puede perjudicar. En conclusión, si debo catalogar como positiva o negativa la influencia cinematográfica, yo diría que es imposible encontrar un lado bueno sin hallar el lado perjudicial