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Las cifras de
adolescentes embarazadas en nuestro país son espeluznantes, además de
vergonzosas. Para tratar de disminuir el índice de madres prematuras, el
gobierno nacional decidió entregar de forma gratuita un anticonceptivo oral que
impide un embarazo no deseado.
La rápida
ayuda de éste fármaco seguramente llegará a causar un sentimiento de alivio
entre muchos, mientras esté disponible, pero ¿acaso se ha considerado que puede
llegar a fomentar la promiscuidad y el libertinaje? ¿Se han acordado de las
enfermedades de transmisión sexual? Esto
no lo evitaría la renombrada pastilla. ¿Dónde
quedaron los valores morales, la abstinencia y la castidad? ¿Dónde están el
pudor y el respeto por nuestros cuerpos? ¿Dónde están los padres, principales
educadores de esta generación informada erróneamente sobre la sexualidad?
Los valores
cada vez se pierden más y más; parecen ya no formar parte de la cultura de esta
generación. La libertad se ha convertido en libertinaje. La castidad está en
peligro de extinción, mientras la promiscuidad empieza a surgir por todas
partes. Ni hablar sobre el pudor y el respeto; eso lo deja claro la forma de
vestir de las señoritas y la forma de actuar en las fiestas de los jóvenes.
El Estado ha
iniciado campañas para evitar los embarazos no deseados mediante charlas
informativas. Muchos adolescentes carecen de una relación cercana con sus
padres, lo que los lleva a obtener información sobre sexo de los amigos y en la
calle, incluso algunos prefieren aprender con la experiencia.
La mejor forma
de educar a un adolescente sobre la sexualidad no es un largo sermón, si no una
charla sincera entre padres e hijos donde haya empatía y ambos lados sepan
escuchar. Lamentablemente, hoy en día los padres cuentan con menos tiempo para
compartir con la familia, y los hijos, al sentir un vacío anímico y emocional,
creen poder llenarse con actos irresponsables.
Si en realidad
se quieren disminuir los embarazos no deseados, la PDD no es la solución, si no
saber prevenir el acto sexual insensato, siendo los guardianes del joven quienes
les den la información necesaria de una manera clara y eficiente, para reducir las cifras de irresponsabilidad y descontento
social y personal.
Elisa Silva