Narcicismo, es entendido como una enfermedad psicológica, en la que el individuo mantiene una constante admiración hacia su persona, y fija todas sus acciones en sus propias necesidades con insaciable hambre de admiración y adulación. El termino narcicismo proviene de un mito griego, donde un joven llamado Narciso, ve reflejada su imagen en un estanque, de la cual se enamora perdidamente durante un gran tiempo, hasta el punto de descuidar sus necesidades básicas, lo cual lo lleva a la muerte. En el mito, se muestra como Narciso, es afectado social y físicamente, por la obsesión a su imagen. En lo social, porque al permanecer al lado de su reflejo, queda embelesado, haciendo que deje de tener interés el relacionarse con las personas y el mundo que lo rodea. Y física, porque, por el aferramiento a su imagen, descuida sus actividades diarias y su cuidado personal, pasando días sin alimentarse.
El origen de la enfermedad, es causa de algún trauma que la persona pasó en la etapa de desarrollo o antes. Así, al sentirse deprimido o indignado consigo mismo, busca la admiración y la atención del resto, alimentando cada vez más su ego. En su etapa primaria, o en los primeros meses, presenta timidez y aislamiento, siendo imposible para él reconocer el mundo externo.
El narcisista, suele permanecer con personas inferiores a él o ella, de esa manera su ego, no se sentirá amenazado. Siempre creará otras personalidades, para pertenecer a diferentes grupos, mostrándoles a los demás, una imagen distinta a la real; esta personalidad creada por él, pretende ser espontánea, con un agudo sentido del humor, buscando que se comente sobre él con elogios y halagos.
El primer paso, para la rehabilitación del narcisista, como el de cualquier otra enfermedad psicológica, o vicio, es el de reconocer su padecimiento.
Luego de esto, habría que hacerle notar su error. Hacerle ver que no es la única persona que merece ser reconocida o admirada, y que la mejor manera de ganar la admiración del resto, es mostrando su verdadera capacidad.
Valdría la pena no alimentar ese ego, para que el problema no se vuelva crónico. Hay que recomendarle que lo mejor es ser como uno es, y reducirle ese caudal de fantasía.
En conclusión, el narcisista, no debe de ser visto, con odio, intolerancia o rechazo, porque habría que recordar, que dentro de ese ser, que alguna vez quizás te manipuló, es por dentro una persona destruida y traumada, que necesita de tu ayuda y colaboración.
Marco Almeida N. - 8b