Mejor pensemos en quienes
somos y en quienes nos podemos convertir
en nuestra vida, pero nunca pensemos en que “ya somos”, eso nunca.
El secreto recae en nuestra
forma de describir las redes del mundo que nos unen a él; un pensamiento puede
cambiar nuestra realidad. Siempre tener en cuenta nuestra efectividad,
competitividad e individualismo para triunfar en cada obstáculo que podría
afectar nuestros intereses personales. ¡Fíjate una meta!, cúmplela, pero no pierdas tiempo disfrutando;
fíjate otra más difícil y sigue avanzando en la efectividad. Siempre recuerda: “ojo por ojo y diente por diente”, no querrás dejar que alguien vaya por delante de ti o te robe las
oportunidades, se competitivo, la vida es solo una para dejar que otro tome
ventaja de ti. Y nunca olvides que eres uno solo contra el mundo, ¿Luchar por
una causa?, nadie lo ha hecho antes por ti.
Ya estas cerca de ser una persona de éxito, ¡Falta poco!
Sebastián Echeverría III Bachillerato