La Cumbre de las Américas, se realiza cada tres años, en una ciudad del continente para poder tratar temas de gran relevancia e importancia, tales como la pobreza, el narcotráfico, temas diplomáticos y económicos para beneficiar a todos los países. Sabiendo esto, podemos observar cuan trascendental es que un país asista a esta reunión tan importante, pues ayuda a avanzar en relaciones exteriores y establecer nexos muy importantes para un desarrollo común.
Este año el Presidente Rafael Correa decidió no asistir a la
Cumbre en Colombia; el motivo de la decisión fue la exclusión de Cuba en la
reunión, hecho decidido por varios países entre los cuales se encuentra Estados
Unidos alegando que “el país caribeño no cumple con los requisitos democráticos
que los participantes de la cumbre establecieron en el 2001.” Nuestro
mandatario indignado por este hecho, indignación que comparto, declara que
entonces “no puede denominarse “Cumbre de las Américas a una reunión de la cual
un país americano es intencional e injustificadamente relegado”.
La decisión de Rafael Correa, bombardeó las primeras planas
de los diarios de toda Latinoamérica, y no faltaron en hacerse notar opiniones
de conocedores de relaciones políticas e
internacionales, entre quienes, el ex
canciller ecuatoriano José Ayala Lasso, quien dice que la decisión de Correa es
“equivocada”. “La agenda de una cumbre se prepara con anticipación e incluso se
pueden añadir nuevos temas si se suscita el consenso de los países que
participan. Lo que no cabe es que un país proponga un tema, con el espíritu de imponer su criterio o
condicionar su asistencia a que se trate ese tema”.
Carlos Estarellas, analista de temas internacionales,
también dio su opinión al diario: El País, diciendo que lo que hace nuestro presidente
es “aislar a Ecuador de la comunidad internacional a nivel continental”.
En mi opinión, el hecho de haberle cerrado las puertas a
Cuba en la Cumbre, es un acto denigrante, injusto e intolerable. Cuba tiene los
mismos derechos que cualquier otro país americano. Se habla tanto de igualdad,
pero ¿dónde quedó?, acaso ¿sólo es de labios hacia afuera?. Sin embargo, estoy
en desacuerdo con la decisión de nuestro presidente, está bien su opinión y
apoyo fraterno a Cuba, está en su total derecho en decirlo y expresarlo, pero
tiene que pensar en las grandes posibilidades y acuerdos que Ecuador pudo
lograr con su asistencia.
FRANCISO MENDOZA - 5º curso
Bibliografía