El FENIX




Seudónimo: Adaline Barsetti

Levantando la vista, el águila vio al Sol.
Una belleza imprevista, sólo eso bastó;
una mirada, y deseó imitarlo.
El águila sus alas abrió.

Impulsada por un sueño,
persiguiendo su pasión.
Oh, ¡Cuánto deseaba el águila
llegar a ser como el Sol!

Cegada por una esperanza,
atrás todo dejó,
Olvidando lo más importante.
El viento más alto la llevó.

Faltando tan poco para llegar
la luminiscencia la cegó,
Oh, ¡Cuánto deseaba el águila
poder nuevamente ver al Sol!

El viento ya no la acompañaba,
y hasta el suelo la llevó.
No fue suave su bajada,
y al aterrizar, se rindió.

Sus alas en llamas; y el fuego
pretendía consumir su corazón
pero llegó la sabia lluvia
y el dolor de sus heridas apagó.


Tardó en recuperarse un tiempo;
una nueva sabiduría le acompañó.
Gracias a esta, el ahora Fénix
de las cenizas resurgió.

Con la mente ya en suelo,
finalmente su vista volvió.
Y aclarando su objetivo,
de una rama se impulsó.


EL FÉNIX
Seudónimo: Adaline Barsetti
Elisa Silva

Junto a mi soledad, te olvido



Seudónimo: Kittieb Demm

 Mi soledad grita,

de dolor y tristeza, grita.

Mi  soledad tiene voz,

es potente y no se deja callar.



Mi voz, hoy  me secuestra

aunque sé que

solo esta noche.

La siguiente,

empezará a callar.



En su último sollozo

tu nombre dejará de reclamar

pues mi espíritu

defraudado está.



Mi soledad me hablaba,

imploraba que te llame,

Me decía que te busque.

Pero mi orgullo

la enmudeció.

Y honestamente, esta noche,

decido no escucharla más.



Todo en ti lucía perfecto

Tu resplandor, ciega me mantuvo.

Mentiroso,

hoy he descubierto

tus juegos  y trucos.



Le diré a mi soledad

que soporte el dolor,

y  se vaya como tenía planeado,

esta noche.

Me he fortificado

y la siguiente

en el pasado habrás quedado encerrado.

…Olvidaré tu falsa compañía





JUNTO A MI SOLEDAD, TE OLVIDO

Seudónimo: Kittieb Demm
Doménica Estéfano

Sociedad Indagadora, ¿Apremiada o Esclavizada?




El hombre no está hecho para quedarse de brazos cruzados mientras su entorno le ofrece las ventajas necesarias para progresar como especie.

Aristóteles sostiene que: “El hombre es un animal racional y político”. El ser humano por naturaleza es rebelde y racional, es la máquina perfecta para la investigación. En el pasado era habitual que la clase alta, fuertemente marcada y separada del resto, prefiriera que el pueblo permaneciera ignorante, así se disminuía el riesgo de una revolución. Esto se puede observar en la obra “El Perfume” de Patrick Süskind, que se desarrolla en Francia en el siglo XVIII, todo esfuerzo fue en vano contra una revolución inminente. Los monarcas y nobles que se atrevieron a resistirse al conocimiento fueron amenazados de muerte por el pueblo. La exploración desde el origen de las sociedades, ha sido el aniquilador de la ignorancia.

El hombre siempre desconoce algo, no es posible saberlo todo. Pero la pregunta es: ¿Deberíamos saberlo todo? Se dice que “la ignorancia es felicidad” en ocasiones, tristemente asentimos con la cabeza al escuchar esa premisa. El pueblo vive tranquilo sin conocer muchas verdades. ¿Es acaso deber del Estado revelarnos información importante?

Actualmente la noticia que sacudió al mundo, es el caso de Edward Snowden. Por medio de él se conoce que el gobierno de los Estados Unidos invade la privacidad mundial. “Snowden desató un juego del gato y el ratón desde que reveló que el gobierno estadounidense tiene acceso a millones de registros telefónicos y a los servidores de las principales compañías de Internet.” Noticias como esta sacuden al mundo y exigen respuestas.

Nuestros tiempos impulsan al hombre a ser indagador, a no estancarse en dogmatismos, a siempre ir más allá en la búsqueda de conocimiento. Nosotros lo vivimos a través del programa del Bachillerato Internacional que es una de las oportunidades que brindan a nivel mundial muchos colegios. Esperemos que en un futuro no tan distante se siga reconociendo y apoyando a las mentes que buscan y degustan del placer del conocimiento.



Raúl Soria Delgado
II de bachillerato B